Arrancamos una mini serie de post sobre una de las herramientas fundamentales en la estrategia de marketing, donde hablaremos sobre el análisis de las variables de la matriz DAFO: Fortalezas.
Esta variable pertenece al ámbito del análisis interno y permite recopilar todos aquellos aspectos que suponen una ventaja respecto a las capacidades propias de la marca.
Podemos hablar de fortalezas en relación con aspectos como la disponibilidad de recursos de capital, recursos humanos, activos, calidad de producto, estructura interna y de mercado, percepción de los consumidores, etc.
Las fortalezas determinarán, por tanto, la ventaja competitiva de la empresa. Este aspecto es clave en la estrategia de marketing ya que es lo que permite generar la diferenciación sobre el conjunto de sus competidores.
Es muy importante que toda la organización conozca perfectamente los puntos fuertes de la empresa, ya que es un aspecto que permite tener claro el enfoque de mercado y ayuda a que en todo momento se puedan tomar decisiones que estén en función de esta variable.
Sin duda, son un elemento vital para el desarrollo de estrategias cuyo objetivo sea precisamente potenciarlas, es decir, que sirvan como punta de lanza en las acciones que se vayan a desarrollar hacia el mercado objetivo.
Explotarlas permite a una empresa alcanzar un mejor posicionamiento de marca en el mercado objetivo, sirviendo además como motor de inspiración para la minimización de las debilidades.
Por ejemplo, hablando del análisis CAME, podemos distinguir este tipo de estrategias donde las fortalezas son parte fundamental:
Estrategias Ofensivas (F+O)
Este tipo de estrategias se basa en cómo aprovechar nuestras fortalezas de cara a aprovechar una oportunidad existente en nuestro mercado objetivo.
Estrategias Defensivas (A+F)
En esta ocasión, las fortalezas nos servirían como herramienta para dar respuesta a alguna amenaza que nos llega desde el mercado.
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